Jong Oh nació en el desierto del Sahara Occidental de Mauritania en 1981. Después de haber pasado la mayor parte de su infancia en España, Oh se trasladó a Corea del Sur. Su obra ha sido mostrada en Estados Unidos, Corea, México y varios países de Europa.

 

La percepción, con su delicadeza y imprecisión, es tema recurrente en la obra de Oh; interés que tal vez surgió por su juventud multicultural.  A través de la manipulación de materiales simples Jong Oh crea obras que llevan a reflexiones filosóficas sobre el espacio físico que ocupamos. Cuerdas, pesas, clavijas, pintura, acrílico y grafito van generando líneas que están dispuestas en composiciones frágiles. La gravedad, la luz y las sombras son componentes esenciales de sus instalaciones. Cada aspecto es de importancia y cuestionan los límites de nuestra percepción. Como poesía sutil y discreta, con pocas líneas, pero que se dirige a lo universal. La obra de Oh recuerda al espectador de la elegancia y la belleza que se pierden en la urgencia de la vida cotidiana.